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Maytexu

Carta a Ikea de una madre decepcionada


A la atención de los responsables de Ikea,

Soy madre de dos niños pequeños y de vez en cuando acudo a una de vuestras tiendas para realizar compras. A menudo, y no porque lo prefiera, ha de ser en fin de semana y significa que mis hijos vienen conmigo, pero la última vez que fui con mi hijo de 3 años me llevé una sorpresa desagradable. En Ikea Sabadell me dijeron que no podía dejarlo en la zona de juegos de Smaland porque mi hijo aún lleva pañal, una medida que yo no conocía y que me sorprendió aún más porque no era la primera vez que lo dejaba en la guardería, pero sí era la primera vez que me lo impedían por este motivo. Es decir, que en una ocasión anterior mi hijo ha podido quedarse y el hecho de que llevara pañal no sólo no ha supuesto un problema, sino que además nadie lo advirtió. Entiendo que haya un mínimo de edad y de altura para poder entrar a la zona de niños, sin embargo no entiendo esta limitación del pañal. Mi hijo lleva pañal y además tiene autismo. Esto no significa que no ría, que no salte, que no juegue y que no se lo pase en grande en su sala de juegos. Tampoco significa que yo no merezca ir a comprar a sus tiendas mientras sé que mi hijo se está divirtiendo, en vez de arrastrarlo por toda la superficie durante un rato que se hace eterno para ambos. Mi hijo tiene autismo pero, a sus 3 años y medio, no es problemático en espacios cerrados (donde no se pueda escapar), no es agresivo, no molesta a otros niños ni va a agobiarse ni a ponerse a gritar. Al menos no más que lo que puede llegar a hacerlo cualquier otro niño de su edad, quienes sí pueden acceder a su zona de juegos. Si yo no estuviera en la certeza de que se lo iba a pasar bien o de que iba a crear problemas, no lo dejaría dentro. Sin embargo su empresa nos discrimina porque lleva pañal. No estoy pidiendo que le den más atención que al resto, ni pongan más personal, ni un trato de favor. Ni siquiera hace falta que le cambien el pañal, que lo más probable es que no lo necesite durante la hora que va a estar dentro, y de todas maneras para eso nos entregan ese dispositivo con el que recibimos un aviso en caso de que sea necesario. Así que no entiendo su política de no aceptar niños porque lleven el pañal, no todos los niños de 3 años aprenden al mismo tiempo y no merecen ser excluidos por ello. Es más, mi hijo en ese sentido les dará menos trabajo porque no pedirá ir al baño. Por supuesto hay cosas que no podemos hacer con él, al menos de momento, y en espacios abiertos hemos de tener mil ojos puestos sobre él porque sale corriendo y no atiende a instrucciones. Los padres de hijos con necesidades especiales ya tenemos más estress de lo que a veces podemos soportar e intentamos llevar una vida lo más normalizada posible, y tratamos de que nuestros hijos puedan disfrutar de las mismas cosas que el resto, siempre que sea seguro tanto para él como para los niños a su alrededor o los adultos que le cuidan. Hemos disfrutado de este servicio de guardería en otros establecimientos, en el gimnasio e incluso en algún restaurante. Nunca nos pusieron problemas ni por el pañal, ni por el trastorno de mi hijo, ¿por qué en su zona de juegos sí? Su medida de no dejar entrar a niños porque llevan pañal, simplemente porque sí, es decepcionante y discriminatoria.“ A Ikea le encantan las familias”, reza un eslógan en su web. Pues esta familia no tiene esa impresión.


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