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  • Maytexu

Bruno & Tea


Comencé este blog para hablar sobre Leo y su TEA, aunque no sé si sigue siendo eso, o más bien un blog personal en el que hablo sobre mi familia y sus particularidades, con especial foco en Leo. Hoy voy a hablar de Bruno, su hermano de 19 meses.

Ayer Bruno tuvo su primera visita oficial en el centro de Estimulación Temprana, el mismo al que va Leo desde esa misma edad, donde hemos tenido cita con la misma terapeuta que nos lleva. Su pediatra lo derivó hace unas semanas porque Bruno aún no habla, ni señala, y al tener antecedentes de autismo en la familia, está en factor de riesgo. La psicóloga no cree que debamos preocuparnos, así a priori lo que parece es que Bruno va simplemente a un ritmo más lento, pero ella dice que las palabras llegarán. Y yo por supuesto me la quiero creer, pero voy con pies de plomo y no me olvido de que la primera vez que esta misma terapeuta vio a Leo, también nos dijo que no creía que tuviera autismo. Ni mucho menos digo que no confíe en la psicóloga ni que piense que lo ha hecho mal con nosotros. Al revés, creo que nos dio una respuesta cuando más la necesitábamos, una respuesta prematura y por desgracia equivocada pero no fue culpa suya, era lo que la observación de un primer momento y los años de experiencia le indicaban. Pero el TEA es impredecible y misterioso, porque a esa edad es muy muy difícil poder diagnosticarlo, aunque los padres lo que queremos es saberlo, no entendemos que haya que esperar. No existe un análisis de sangre que te diga si tu hijo tiene autismo o no. El diagnóstico se hace por observación, y es muy subjetivo. Ahora, y me ha costado mucho, he aprendido a ser paciente, y he aceptado que lo importante ahora no es cuántas cosas hace Bruno o deja de hacer, sino su evolución. Y aunque Bruno va muy despacio en algunas áreas, va avanzando de manera constante. Ahora mismo acaba de decirle adiós con la manita al cartero y le ha cerrado la puerta en las narices.

Ayer hablamos con la terapeuta de que Bruno es muy diferente a Leo y de que no muestra los mismos síntomas, y estoy de acuerdo. El rasgo más positivo de Bruno es el contacto visual, que en el caso de Leo no es que sea nulo, pero desde que dejó de ser un bebé empezó a ser evidente que evitaba mirar a los ojos, y que mientras más insistías tú, menos miraba él. Por suerte el contacto visual de Bruno es excelente. Y además hace varias cosas que su hermano a su edad no hacía. De hecho hace cosas que aún Leo no sabe hacer. A Bruno le encantan los niños, sobre todo los que son un poco mayores que él, los busca y se ríe con ellos, los persigue. A su hermano también le persigue, e intenta hacer las mismas cosas que él a menudo, especialmente si están prohibidas o no son aconsejables para su edad. Bruno sabe encender y apagar la tele, y si coge las llaves de casa, se acerca a la puerta para intentar ponerlas. Bruno da palmas y saluda con la manita, y también manda besos, aunque no es consistente 100% con estas cositas, pero las suele hacer cuando se lo pedimos. También da besitos, y si le pregunto si quiere ver sus dibujos favoritos, se alegra y va comiendo a la tele, y ha empezado a bailar con esos dibujos (los que me seguís por instagram ya habéis visto sus pasos de baile con Baby Shark). Desde hace un par de días, si le pregunto si quiere teta, viene como una bala hacia mi. Y si le sonríes, te sonríe de vuelta, (y de paso te derrite con su sonrisita). Todas estas cosas no las hace aún su hermano mayor.

Lo que Bruno no hace y ya le tocaría, como ya he mencionado, es señalar ni hablar, ni tampoco sigue instrucciones sencillas. Aunque poco a poco voy viendo que sí que hay palabras que reconoce, y eso es muy bueno, es el paso previo a la adquisición del lenguaje, la comprensión. Otra de las cosas que aún Leo no tiene. Sin embargo también es preocupante que Bruno a menudo no atiende a su nombre, ni tampoco nos hace caso cuando le decimos que no, y se pasa el día haciendo cosas inapropiadas, como coger móviles y mandos de la tele, tirar cosas al suelo, todo lo que encuentra, salir corriendo hacia donde no debe, subirse a los muebles, tirar cosas al wáter y trastadas varias que estoy segura que hacen muchos niños de esta edad, aunque a mi me parezca que todos se portan perfectamente cuando estoy yo delante. Todos menos los míos claro. Porque Bruno se ha vuelto un rebelde de cuidado, y cuanto más le decimos que no, más quiere hacer eso que le prohibimos. A veces incluso se enfada al decirle que no así que digo yo que eso es más señal de que es un rebelde que de que tenga TEA, pero es cierto que a veces, cuando todo se acumula, y ambos empiezan a hacer cosas que no deberían, que es la mayoría del tiempo, se hace todo muy cuesta arriba y se nos agota la paciencia.

El hecho de que haya sido derivado al CDIAP de su hermano para una valoración y posible terapia ya asusta muchísimo, yo no he entrado en estado de pánico pero algo asustada sí que estoy. Sin embargo no dejo que ese miedo me consuma, y disfruto de él y de Leo cada día, todo lo que puedo. Estoy muy enfadada con el mundo por tener que pasar por esto otra vez, mis momentos irracionales tengo, pero soy positiva (aunque no siempre) e intento centrarme en el pensamiento de que cada vez estoy más cerca a que uno de ellos, quizás los dos, dirán "mamá". Pronto.


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